
Mostaza francesa, la mejor para cocinar.
Vivimos inmersos en la rapidez y el estrés: lleva a los niños al colegio, ve a trabajar, prepara la comida, reunión con el jefe, cena con los amigos, dentista a las cuatro… un ritmo de vida difícil de llevar pero al que ya estamos acostumbrados. De hecho, cuando tenemos un día más tranquilo nos aburrimos y no sabemos cómo rellenar las horas. Muchas veces, bajo toda la presión que soportamos, es bastante complicado saber qué cocinar.
Tiene que ser algo rápido y fácil de hacer ya que tenemos poco tiempo. Pero a la vez no queremos repetir la misma comida de siempre, que al final se vuelve aburrida. Para innovar no hace falta cambiar drásticamente de plato cada día, ni siquiera pasar horas y horas en la cocina, basta con tener un poco de imaginación y combinar los ingredientes básicos de diferente manera. Un ejemplo, ¿aburrida de las pechugas de pollo a la plancha? Combínalas con una salsa a la mostaza y parecerán un plato totalmente diferente. Además, se pueden hacer en poco tiempo ¡y están riquísimas!
Ingredientes:
2 Pechugas de pollo grandes
2 Cucharadas de nata líquida
Vino blanco
½ Cucharada de mostaza
Caldo de carne
1 Cucharada de mantequilla
Aceite
Sal
Pimienta
Receta para dos personas:
Dorar un poco las pechugas en una sartén, sólo por fuera y que por dentro queden crudas. Echar un poco de sal y pimienta por encima y retirarlas del fuego. En la misma sartén echar las dos cucharadas de nata líquida, un chorrito pequeño de vino blanco, ½ cucharada de mostaza y el caldo de carne. Remover con una cuchara de madera y dejar que se cueza a fuego lento 4 minutos, hasta que veamos que se ha espesado.
Una vez espesado volver a añadir las pechugas de pollo para que se acaben de hacer con la salsa. Cuando ya esté todo bien combinado añadir una cucharada de mantequilla antes de retirarlo del fuego y dejar que se derrita. Ya véis como es una receta fácil y sencilla que no os llevará mucha preparación anterior y que podréis hacer en 15 minutos. Para acompañar a las pechugas podéis hervir un poco de arroz y mezclarlo también con la salsa, hacer una ensalada o patatas fritas. ¡Todo depende del gusto del comensal!
Veréis como tanto a los niños como a los mayores les gusta mucho más la alegría que da la salsa de mostaza, que comer pechugas a la plancha sin ningún condimento ¡lo importante son las pequeñas cosas!
Mostaza por jlastras en Flickr