
Cuadros escoceses para las habitaciones
Si decimos moda escocesa seguramente lo primero que se nos vendrá a la mente son esas típicas polleras a cuadros que suelen representar al país, y que son utilizadas incluso por hombres. Pues bien, si hablamos de decoración estilo escoces, la cosa no cambia mucho, ya que si bien no vamos a necesitar usar polleras en nuestra casa, podemos estar tranquilos de eso, la tendencia cuadriculada será la esencia de nuestros espacios.
La realidad es que la moda escocesa hoy va mucho más lejos de las típicas faldas, alcanzando muchas otras prendas y complementos, que en honor a este país del norte incorporan motivos a cuadros muy característicos. En el mundo de la decoración pasa exactamente lo mismo. Mucho más allá de los típicos cuadros que nos podremos encontrar en una decoración escocesa, existen otros conceptos que también son muy importantes.
Por ejemplo, la gama de colores. En este punto es necesario destacar que los tonos verdes, rojo y azul son los más tradicionales, pero sin embargo, en la actualidad los tonos negros y blancos también son muy utilizados, al igual que los estampados en tonos azules, morados, naranjas e incluso rosas.
De todos modos, este tipo de decoración es más bien recomendada para habitaciones en particular, y no para utilizarse en el contexto de toda la casa, ya que podría resultar demasiado abusivo. En dormitorios, por ejemplo, podemos implementar el estampado a cuadros como elemento primordial de decoración, utilizándolo en las colchas, las cortinas, las sillas o las alfombras. Vale destacar que si vamos a utilizar el estilo escocés, lo más recomendado es utilizar paredes lisas, en color blanco o algún tono suave que le permita al estampado a cuadros sobresalir por sobre todo el resto de la habitación.
Si al utilizar este estilo nos parece que la habitación o el espacio queda muy cargado, una buena manera de utilizarlo es incorporándolo a los pequeños complementos de la habitación. Por ejemplo, los cojines del sofá, la parte superior de unas cortinas lisas, los manteles de mesas auxiliares o pequeñas pinturas y tapices.
Finalmente, para aquellas personas que adoran completamente este tipo de estampados, es posible pintar paredes con estos motivos, o colocarles papel pintado a cuadros. Sin embargo, en este caso debemos usar el sentido común para identificar si la habitación no queda demasiado cargada. En algunos casos es conveniente utilizar una pared con los cuadros y el resto con el color de fondo, o con un tono que destaque.
Fuente: Moblerone
Foto: plaid por Like That One en Flickr